La epsomita es el mineral derivado del Sulfato de Magnesio heptahidratado, y debe su nombre a la localidad británica de Epsom, donde proliferaba en grandes cantidades asociada a los depositos de agua mineral. Generalmente es de color blanco. Aparece formando cristales agregados fibrosos o eflorescencias en zonas abrigadas de afloramientos del tipo dolomitico y calizo. Aparece también en minas de Azufre, Carbón o metalíferas. Puede tambien aparecer en materiales abandonados como tejas, o maderas húmedas.
En España se cita con frecuencia en Aragón, Sierra Minera de Cartagena, y Alicante.
En Petrer, Alicante, hay una pequeña antigua explotación de azufre conocida como Mina Tobillo, situada en un complejo paraje de barrancos y ramblas imposibles, con mucha vegetación baja y pinos. Apenas una gatera situada en las inmediaciones de uno de los barrancos da paso a uno de los espectáculos naturales mas hermosos que nos ofrece el mundo mineral. El tunel de la antigua explotación se encuentra recubierto de enormes cabelleras de Epsomita de un blanco purísimo. Madejas en forma de grandes barbas que simulan el cabello canoso. Nada se puede tocar, nada se puede picar, simplemente el pacer de contemplar los agregados cristalizados de la Epsomita durante unos minutos que quedan grabados en la memoria para siempre.
El pasado Miercoles 26 de Junio, aprovechando que Alvaro y yo pasamos el día en Alicante contactamos con dos de los compañeros de la zona y de forma improvisada hacemos una breve salida de tarde hacia la mina Tobillo. Entre que el paraje se encuentra alejado y que tardamos casi dos horas en encontrar la pequeña bocamina que da acceso al túnel la visita a la mina ha de ser rápida pues la noche se va echando encima. Apenas 30 minutos transcurren contemplando las eflorescencias de Epsomita, para salir nuevamente al barranco y volver por el rocoso y arduo camino que nos lleva de regreso al coche donde llegamos siendo ya pasadas las 8,30 horas con clarísimos síntomas de agotamiento. Apenas unas muestras de azufre cristalizado de una escombrera exterior dan fe de la visita. Un refresco en Agost y damos por concluida una salida breve, muy dura pero inolvidable.